Hoy he leido que comenzaba un nuevo blog,DDT, dedicado a los tebeos, otro de visita diaria obligada. Lo lleva Alvaro Pons, el de La Cárcel de Papel, la cual descubrí por casualidad cuando empezó. Hará ya unos seis años mi mujer tenia en el trabajo conexión a internet y cuando iba a por ella me ponia a "navegar" por esos mundos del ciberespacio; y ¿que iba a buscar? pues tebeos, comics, la verdad es que por entonces no compraba muchos, los tenia un poco, poquiito, olvidados, no encontraba nada nuevo que me atrayese, bueno que me enrollo. Pues entonces tropecé con este blog, LCDP, donde se escribia de manera amena, seria, con unos gustos bastantes similares a los mios y que enganchaba. Pues ya sabeis, si os gustan los tebeos o quereis que os gusten y saber más de ellos no dejeis de pasar por estos dos sitios.
Bueno, bueno, los tebeos ahora me viene a la cabeza la relación mia con los tebeos y con los amigos lectores ocasionales de los que yo era "suministrador". Como casi todo aquel que pertenece a algo minoritario por un lado arde en deseos de darlo a conocer, de compartir la "buena nueva" con los demás y por otro lado sufre de pensar el trato que se les va a dar; doblar por la mitad, arrugar las hojas, mancharlos ( sufro solo de pensarlo) y perderlos, que no te los devuelvan. Así me acuerdo de los cuatro primeros números de Totem que me perdió Miguel A. cuando al acabar el verano se volvió para Barcelona, los Conan que se leia Jose en el sofá en verano mientras discutian quien hacia la comida, el número 40 del Víbora que le gustó a Javi (bueno, y Manara y por el estilo) o los Cimoc que se llevaba Antonio M.
Y esto a que venia, pues que, eso, que me encantan los tebeos y que a ver si me decido a poner algo sobre ellos.
Bueno, bueno, los tebeos ahora me viene a la cabeza la relación mia con los tebeos y con los amigos lectores ocasionales de los que yo era "suministrador". Como casi todo aquel que pertenece a algo minoritario por un lado arde en deseos de darlo a conocer, de compartir la "buena nueva" con los demás y por otro lado sufre de pensar el trato que se les va a dar; doblar por la mitad, arrugar las hojas, mancharlos ( sufro solo de pensarlo) y perderlos, que no te los devuelvan. Así me acuerdo de los cuatro primeros números de Totem que me perdió Miguel A. cuando al acabar el verano se volvió para Barcelona, los Conan que se leia Jose en el sofá en verano mientras discutian quien hacia la comida, el número 40 del Víbora que le gustó a Javi (bueno, y Manara y por el estilo) o los Cimoc que se llevaba Antonio M.
Y esto a que venia, pues que, eso, que me encantan los tebeos y que a ver si me decido a poner algo sobre ellos.
2 comentarios:
Ignoro quien ha suprimido la entrada, pero sospecho que debe ser alguien que está encontra de las calumnias que inverazmente son vertidas por el dueño-administrador del blog.
Imputar falsamente por culpa de su falta de memoria y cabeza a los nunca adecuadamente honrados amigos que durante tanto tiempo hemos soportado con estoica comprensión las limitaciones que tiene nuestro acostao.
Pues eso, que yo no sé ná de pérdidas ni mariconas parecidas.
No obstante, para evitar nuevas incompresiones, si es necesario aceptaré la acusación vertida sin oponer resistencia.
¡hala!
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