Estoy estresado, bueno, todo lo estresado que yo puedo estar a raiz ( ¡ a raiz!) de los regalos que tenemos que comprar. En Nochebuena nos hacemos un regalo, no muy grande; en cuanto a dinero.Un detalle. No es el amigo invisible, si no que regalamos cada uno a todos los demás. Y siempre estamos igual, un dia antes y sin comprarlos todos. Bueno, lo peor es no saber que comprar. Nos hacemos la lista, cuales tenemos y a quien nos falta : ¿a R qué le compramos? teniendo en cuenta que a P ya le compramos una cosa a las demás le debemos comprar algo por el mismo valor. A veces recurrimos a los otros. ¿ tu que le vas a comprar a R ? o cuando son para las sobrinas preguntamos que les hace falta: bragas y calcetines y no te calientes la cabeza me contestan mis hermanas. Asi que no les hago caso. El regalo tiene que ser original, que no parezca para salir del paso.
Bueno con estas historias estamos entetenidos casi desde octubre( que es cuando empiezan nuestros santos y cumpleaños, bueno de la mayoria, y claro ahora ya estamos con las ideas escasas). Tanteando el terreno, a ver que quiere o que le hace falta, alguna vez una se aventura a decir " a mi me comprais un jeugo de tazas de café" .
Hace tiempo, por estas fechas, lei una columna ( por algún lado tendré el recorte) sobre los regalos y su sentido. Como puede sentirse uno mal si le regalas algo muy caro por que el se puede sentir obligado a relizarte otro similar, o pensar que lo haces para destacarte. Lo importante del regalo es el hecho, el tiempo, que dedicas a pensar en agradar al otro. No tanto el objeto. No hacerlo por obligación y que sea lo típico. Aunque es inevitable que uno espere una correspondencia en esa dedicación y se sienta decepcionado si no es corrrespondida. Por que ¿podríamos regalar a alguien una y otra vez sin que este nos regalara a nosotros?
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