Primer día.Llegamos con unos minutos de adelanto, algo bastante inusual en mi, así que nos ponemos a la sombra a la espera que acaben los del turno anterior y comiencen los de mi niña E. Antes de meterse al agua realizan unos ejerciciosde calentamiento en el césped . Mientras los hacen observo al resto de madres, padres( hay algunos) y abuelas. No conozco a nadie. Me llama la atención un padre;joven con polo ralflauren y bermudas, pelo engominado. Va llamando a su niño Borjis ! para que se una al corro de los ejercicios. Le indica que ya tiene que ir por que cuando llega la agujita a la marquita naranjita ya es la hora. También hay otros niños que no se quieren unir al grupo y se ponen a berrear un poco. Después van a la ducha y los dividen en grupos en la piscina. Borjita está en el grupo de mi niña.Segundo día. Pienso que igual no debería estar en este lado de la piscina, que quizá me debería colocar donde no me viera mi niña E. tanto, para que no esté pendiente de mi. Pensando esto una madre se abalanza hacia la piscina al ver que su niño se soltaba del borde. No ha hecho falta que saltase al agua, la monitora que estaba al lado le ha puesto de nuevo las manos en el borde de la piscina. Se palpa la tensión. Serenémonos.Los nenes están dentro de la piscina con un churro de corcho agarrados al borde mientras uno realiza con la monitora los ejercicios. Mientras están agarrados observo que Borjis entabla relación con mi niñita. Se ríen. ¡¡Hum!!
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